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"EL BOSQUE ENCANTADO"

Escrito por SUSANA IRIGOITE el domingo, 8 de enero de 2017 | 16:48

Cuentan que hace mucho tiempo, en un "Bosque Encantado" se realizó una fiesta.
Blancanieves, que era la princesa que se encontraba viviendo en el lugar con siete enanitos que la cuidaban de los monstruos que andaban por ahí, fue la encargada de organizarla.
Cierto día, mientras Blancanieves ordenaba la casita de los enanitos;  llamó a la puerta de la vivienda una niña con una caperuza roja quien llorando le dijo que se había perdido en el bosque,  pues se distrajo juntando flores para llevarle a su mamá y no encontraba la salida para regresar junto a sus padres.
Blancanieves la hizo pasar y le sirvió una taza de leche chocolatada caliente, pues hacía mucho frío y le dijo a la niña  que la acompañaría hasta su casa antes de que se hiciera de noche. Luego agregó, pediría permiso a sus padres para que le permitieran asistir a la fiesta del bosque.
Así fue que la princesa acompañó más tarde a "Caperucita" (como  llamaban a la niña) hasta la vivienda de sus padres donde éstos, ya se encontraban esperándola.
Mientras esto sucedía, los enanitos regresaron de trabajar a  la casa donde Blancanieves ya había dejado todo listo para su llegada.
De regreso por el bosque Blancanieves, fue sorprendida por un gigante que despedía fuego por la boca y sus ojos eran rojos como dos brazas. La joven princesa no demostró sentir miedo,  aunque sus piernas temblaban al ver al gigante aproximarse.Tanto se acercó a Blancanieves que dio un aullido en el mismo oído de la princesa, quien apuró aún más el paso estremecida.
Casi al llegar a destino,  uno de los enanitos salió a su encuentro y el gigante huyó perdiéndose entre las sombras del lugar.

La noticia de la fiesta en el "Bosque Encantado" fue circulando de manera que comenzaron a llegar los amigos al lugar.
Durante la mañana del día señalado, un carruaje muy bello se detuvo en el sitio donde se llevaría a cabo la fiesta.
Un joven esbelto bajó de él y preguntó por Blancanieves a un enanito que aún no había ido a su trabajo. Sin demora la princesa lo recibió cordialmente e invitó a pasar a la casita.
Comenzaron a conversar y el príncipe comentó a Blancanieves que luego de la velada debía ir hasta lo de una princesa que desde hacía mucho tiempo se encontraba dormida, debido a que se había pinchado un dedo y esto le había provocado sueño, pero él debía despertarla.
La princesa respondió que conocía el caso de "La bella durmiente" como le llamaban en el bosque.

Más tarde se escuchó la llegada de otro carruaje, dirigido por un joven apuesto quien era acompañado por ¡Un gato con botas!
-¡Holaaaaa! -dijo animado el muchacho- vinimos a la  fiesta ¿Podemos bajar?
-Pues sí, bajen y vengan conmigo.
Así fue que Blancanieves ayudada por los siete enanitos comenzaron el festín.
Pocos minutos después se hicieron presentes los padres de "Caperucita" trayendo a su hija.

Música y risas se escuchaban por todo el bosque, por lo cual los animalitos que vivían en él se sumaron al festejo ranas, grillos, ardillas, conejos, sapos, pájaros, duendes, todos bailaron, comieron y bebieron.

A la medianoche, una muchacha humildemente vestida llegó al lugar llorando. Blancanieves salió a recibirla y le preguntó qué le ocurría.
La joven contó su historia a la princesa. Ella vivía con su madrastra y sus dos hijas, las cuales la maltrataban y hacían trabajar mucho, siendo que ella era una princesa pero la llamaban "Cenicienta"
Había ido a una fiesta que organizó el Rey vestida como lo que era, una princesa, porque un hada con su varita le proporcionó ropa adecuada y hasta le brindó carruaje que la llevaría hasta el lugar, con la condición de que a las doce de la noche terminaría el hechizo y volvería a ser "Cenicienta" Por eso al oír el sonido de las doce campanadas, tuvo que salir corriendo del salón donde estaba bailando con el príncipe heredero y perdió su zapato en la escalera del palacio.
Blancanieves escuchó atentamente el relato y calmó a la joven diciéndole que se quedaría con ella hasta que solucionaran su problema. "Cenicienta" se sintió muy feliz al escuchar esto. Luego ambas se dirigieron hasta donde estaba el resto disfrutando.

Así fue  que festejaron toda la noche, bailando y cantando todos juntos hasta el amanecer y cuando el sol comenzó a sonreír desde lo alto.

FIN

Susana E. Irigoite  
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Autora: SUSANA IRIGOITE

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