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CAMINO EQUIVOCADO

Escrito por SUSANA IRIGOITE el lunes, 23 de febrero de 2015 | 18:09

Analice y Caroline eran dos hermanitas muy unidas que vivían con sus padres en el campo.
Cierto día su mamá les dijo:
-Niñas, deben ir hasta el pueblo  en busca  de algunos comestibles que nos harán falta. Su padre no podrá traerlos ya que se encuentra trabajando mucho y no le queda tiempo para hacerlo. Pero eso si, deben salir pronto para estar de regreso antes del anochecer.
Las niñas como eran muy obedientes, inmediatamente se cambiaron y emprendieron viaje hacia el pueblo; ambas con sus respectivas canastas.
Iban cruzando campo para acortar camino cuando algo que se movía cerca de los pies de Analice, les llamó la atención. Con sumo cuidado fue girando el pie y continuó avanzando, mientras Caroline,  la seguía temblando. 
A poco de andar Analice comenzó a sentir que algo se deslizaba sobre su pie, fue entonces cuando se detuvo para averiguar de qué se trataba. Muy sorprendida pudo ver como una lombriz levantaba su cabeza y la observaba.
-No temas -le dijo -yo las guiaré por el camino más corto.
-Es que... -dijo Caroline temblando -queremos ir solas.
-¡Oh niña! ¡No imaginas los problemas que deberás enfrentar! ¡Deja que te ayude!
-Tiene razón -dijo Analice a su hermana -¡Sigámosla! ¡Ella nos será de gran ayuda! ¡Llegaremos antes al pueblo! 
Así fue que continuaron el viaje detrás de la lombriz Nathalie.
-¡Ah -dijo la lombriz en determinado momento -No nos hemos presentado, mi nombre es Nathalie ¿Y el de ustedes?
Ambas le respondieron sorteando árboles, animales y piedras al  hacerles cruzar un extenso bosque . 
A pesar del esfuerzo realizado el día se volvió noche y Analice y Caroline fueron sorprendidas por las sombras.
Habían hecho compras y sus canastas estaban repletas de mercadería. Emprendieron el regreso pese al temor que sentían.
Luego de un pequeño trecho de camino Nathalie se detuvo:
-Niñas,  vamos por ahí pues va a ser aún más corto el trayecto de regreso a su casa.
Analice y Caroline se miraron con disconfianza, luego aceptaron la propuesta de la lombriz.
De entre la arboleda por donde transitaban,  se asomó una ardilla y las saludó; luego un pájaro salió volando de su nido y de pronto... desde el centro del  tupido follaje sobresalió la esbelta figura de una dama.
-¿Quieren niñas las ayude a salir pronto de aquí?
-Pues sí -Respondieron las niñas.
-Entonces, no tienen más que tocar suavemente esta varita y yo las guiaré.
Nathalie, demostró sentir mucha bronca pues no pudo lograr que las pequeñas retrasaran su viaje y aprovecharse de todo cuanto habían comprado en el pueblo , disfrutando de ello con sus amigos que vivían en aquel lugar.
Pocos tiempo después las hermanitas ya se hallaban de regreso en su casa junto a la bella dama.
-¿Saben quien soy verdad? -Les preguntó.
-No -Respondieron las niñas.
-Pues soy el hada que acompaña a los niños buenos, que respetan y obedecen a sus papás como lo han hecho ustedes. Mi nombre es Catherine.
Hubo un silencio y luego...
-Yo soy Analice.
-Yo soy Caroline.
-¿Y Nathalie? -Preguntó Analice.
-¡Ah Nathalie -dijo el  hada -ella piensa solamente en su provecho. Seguramente hubiese querido que perdieran  toda la mercadería y fueran reprendidas por sus padres. No deben ser tan confiadas pequeñas. Que esto les sirva de lección ¿De acuerdo? Bueno, ahora debo dejarlas y regresar al bosque. Nos vemos nuevamente. Adiós.
Así fue que Catherine se esfumó mientras Analice y Caroline ingresaban a  la casa donde sus padres las esperaban ya impacientes por la tardanza.
Ninguna de las dos niñas olvidaría el consejo de hada de no confiar en quien no se conoce.


FIN

Susana E. Irigoite
 
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Autora: SUSANA IRIGOITE

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