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PRIMAVERA INOLVIDABLE (OBRA DE TÍTERES)

Escrito por SUSANA IRIGOITE el sábado, 14 de febrero de 2015 | 11:13

PERSONAJES:

Andy: La niña.
Pupy : El pajarito.
Alex : Hermano de la niña.
Marisa : Madre de los niños.
Colita : La perrita.


               Era una tarde primaveral, la suave brisa perfumada, recorría el extenso parque...
Aprovechando el hermoso día, Andy corrió hacia la hamaca mientras oía el trinar de los pájaros.
                De pronto...un ruido  llamó su atención, dejó la hamaca y fue hacia el lugar desde donde provenía el sonido.
Buscó, no vio nada  y el sonido había cesado.
                   Comenzó nuevamente a hamacarse y...una vez más escuchó el ruido que la hizo abandonar lo que estaba haciendo.
                     Corriendo fue hasta la casa. Al intentar llegar a la puerta tropezó  con un escalón y cayó.

Andy :   -¡Mamá! ¡Mamá! ¡Alex! ¡Alex! -Pide ayuda.
Marisa : -¡¿Qué pasó?! -Preguntó en el mismo momento en que llegaba su hermano Alex.
Andy    : - Me caí cuando venía a buscarlos. Les quería pedir me acompañaran. Hay un ruido en aquel
               rincón.
Alex      : - ¿Pero... ruido a qué?
Andy     : -No lo sé. De pronto lo oigo después desaparece, no está más...
Marisa y Alex : -¡Vamos a buscar!
                          Así fue que los tres se dirigieron al lugar donde la niña había oído el ruido.
                           Al ver que los niños y su mamá estaban tan preocupados investigando, la perrita Colita se sumó a la búsqueda.
                            De pronto, Colita comenzó a ladrar muy fuerte.
                          -¡Guau! ¡Guau! -Les decía, por lo cual fueron hacia ella y  ¡Oh...sorpresa! ¡¿Quién estaba ahí?!
                            Un pajarito muy pequeño, que aún no tenía plumas. Con mucho cuidado Andy lo tomó entre sus manitas, lo acarició y lo colocó en una cajita donde Alex había colocado paja, agua y alimento.
Andy        : -¡Desde ahora se llamará Pupy!  -Dijo a su madre y hermano.
                               Poco a poco Pupy fue creciendo, teniendo plumas, tomando fuerzas.
Por las tardes Andy y Alex, en el parque le enseñaron a batir las alas y planear en el aire.
                      Una tarde muy soleada, Andy regresó corriendo del colegio para saludar a Pupy y sacarlo de su cajita.
Andy         : -¡Pupy! ¡Pupy! -Gritó alborozada y con mucho entusiasmo abrió la cajita. Pero... grande fue su sorpresa y desconsuelo, al no hallar a Pupy dentro.
Andy (Desconsolada): -¡Alex! ¡Alex! ¡Pupy no está!¡Se ha ido o el gato lo atrapó!
Alex           : -¡No puede ser! ¡No hay plumas en el suelo!
                                 Buscaron inútilmente por todos los rincones de la casa, sin hallar rastro alguno de Pupy, hasta que dieron finalmente por extraviado al pajarito.
                                   Andy, lloró por Pupy acongojada. -¿Dónde estará? ¿Estará bien?  -Se preguntaba .
                                  Una mañana, mientras Andy jugaba en el parque escuchó un sonido, que le resultó familiar. Buscó; no vio nada  por lo que decidió continuar jugando.
Transcurrieron unos minutos y escuchó nuevamente el sonido, pero esta vez, más fuerte, más cerca.
-¡¡Shill!! -Era casi un  silbido.
¡Entonce lo vio! ¡Qué alegría!
                                     Se acercó lentamente y lo acarició sin tener la certeza aún de que se trataba de Pupy, pero éste se posó en su hombro acurrucándose en el cuello, tal como lo había hecho antes.
-¡Soy yo, Pupy vine a saludarte! -Pareció decirle a la niña.
                                               Andy lo acarició nuevamente y supo que ese animalito era el mismo a quien ella había cuidado, salvándole la vida y a quien ella junto a su hermano, le enseñaron a volar.
                                                Andy caminó unos pasos hacia la casa . Pupy se adelantó, como para entrar pero se detuvo frente a la puerta, luego voló hacia la rama de un árbol desde donde la miró como diciéndole: -¡Adiós, gracias por cuidarme, gracias por darme tanto amor, gracias por enseñarme a volar, por darme libertad para ir junto a mis pares!
                                                  Luego Andy observó que voló muy alto y se unió a otros jájaros que lo estaban esperando. La mayoría de ellos emprendieron el vuelo adelantándose a Pupy, quien algo más atrás volaba junto a su compañera.
                                                  La niña no volvió a ver más a Pupy, pero sabe que es muy feliz junto a los suyos, y ella muy dichosa, pues pudo comprender a Pupy, permitiéndole continuar su propio camino.
                                                    Finalmente, Andy entendió la gratitud del pajarito quien regresó para agradecerle, todo lo que había hecho por él.



TELÓN
                        
Susana E Irigoite
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Autora: SUSANA IRIGOITE

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